Voy a seguir intentando
explicar la Santa Misa, paso a paso, con objeto de que todos/as podamos
participar de ella entendiendo lo que estamos celebrando. Hoy sólo trataremos
de la segunda parte: LITURGIA DE LA PALABRA.
¿Qué significa la
expresión "Liturgia de la Palabra"?
En esta 2ª parte de
la Misa escuchamos la “proclamación” de la Palabra de Dios. Cristo mismo es
quien la realiza, ya que es Palabra de Dios encarnada, la única Palabra que
resuena en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.
Se lee una selección
de textos de la Sagrada Escritura, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.
No es una evocación de palabras pronunciadas en el pasado: es una memoria que
actualiza lo que se recuerda, haciéndola eficaz, en el momento de su
proclamación, a aquellos a quienes se dirige.
¿De qué consta la
Liturgia de la Palabra?
Consta de:
1. Lecturas
2. Cantos
interleccionales: Salmo responsorial, Aleluya y Secuencias
3. Homilía
4. Credo
5.
Oración de los fieles
1. Lecturas. ¿Qué son?
Son lecturas
variadas de la Sagrada Escritura, que se van haciendo en determinados periodos
del año, de tal forma que el pueblo vaya conociendo las partes más
significativas del Antiguo y del Nuevo Testamento.
En
ellas Dios habla a su pueblo, le descubre el misterio de la redención y la
salvación, y el mismo Cristo, por su palabra, se hace presente en medio de los
fieles. El lector pone su voz para proclamar la Palabra de Dios con sencillez y
autenticidad y precisa una formación litúrgica previa.
¿Cómo se leen los
textos sagrados?
El lector va al
ambón, (inclinación de cabeza antes y después de la lectura) y los fieles se
sientan.
Primera Lectura,
Salmo y Segunda Lectura. Las proclama el lector desde
el Ambón.
No se dice
"Primera lectura" o "Segunda lectura", sino que se proclaman
directamente.
Terminan con la
expresión: “Palabra de Dios”. Esto no es una aclaración, sino una
confesión de fe.
Todas
estas lecturas, lo mismo que el Salmo Responsorial que viene a continuación, se
hacen desde el Ambón, que es el Atril desde donde se proclaman.
El Evangelio
El
diácono o el sacerdote lee el Evangelio, y los fieles lo escuchan de pie.
2. Cantos
interleccionales
Son tres:
El Salmo Responsorial. Es una respuesta a la Palabra de Dios, relacionada con la primera
lectura. Es un texto bíblico por el que Dios habla a su pueblo.
La Iglesia recuerda
que sustituir ese Salmo por cualquier canto sería empobrecer la Liturgia de la
Palabra: "Sería antipedagógico transformar la Misa en un festival de
canciones que nada tiene que ver con la acción litúrgica". (Directorio, 41).
Aleluya. Significa en hebreo: "alabad al Señor". Se canta siempre,
salvo en Cuaresma.
Secuencias: durante los siglos IX-XII llegó a haber más de
cinco mil. Ahora se rezan cuatro. Son una continuación del Aleluya. En el Misal
de Pablo VI: Victimae Paschali (octava de Pascua); Veni Creator Spiritus
(Pentecostés); Lauda Sion (Corpus Christi) y Stabat Mater (Virgen de los
Dolores).
¿Qué es la homilía?
Es una predicación
del sacerdote o del diácono que comenta la Palabra de Dios dentro de la Liturgia,
a partir, fundamentalmente, de las lecturas que se han escuchado.
Se debe pronunciar
siempre los domingos y días festivos.
No es un discurso
acerca de las ideas personales del que predica, sino una prolongación de la
lectura bíblica. Por eso, el que predica
debe ser un oyente y un servidor humilde de la Palabra de Dios.
¿Qué fin tiene?
Ayudar a los fieles,
a los hermanos en la fe, a captar el mensaje que las lecturas transmiten hoy y
ahora, ayudándoles en sus necesidades y alentándoles a responder a sus
exigencias.
El
lenguaje debe ser claro, sencillo, adaptado a los oyentes, encarnado en sus
vidas.
¿Quién puede decir
la homilía?
El Directorio (41)
establece: "la homilía corresponde al sacerdote o diácono. En la
celebración litúrgica no debe ser pronunciada por laicos.
Tampoco conviene que
sea "compartida", como podría ser en grupos muy reducidos; el diálogo
a veces puede ayudar, sobre todo en las Misas con niños: la homilía no se
improvisa.
Hay
otras oportunidades distintas de la Misa para "compartir el
Evangelio" y aunque existe "una tendencia a valerse de la Misa para
todo tipo de actividades pastorales, es bueno no olvidar que "cada cosa
debe hacerse a su debido tiempo".
4. Credo
Creo en un solo
Dios, Padre poderoso, Creador del Cielo y la tierra...
¿Qué es?
Es una profesión de
fe que recita la comunidad. También se llama símbolo, que significa "señal
por la que a uno se le reconoce". Al cristiano se le reconoce por la
profesión de fe.
Fue introducida en la Liturgia a
mediados del siglo VI en el Oriente bizantino. En Roma se incluyó en el siglo
XI.
¿Por qué se reza de
pie?
Porque
estar de pie significa firmeza en la fe y un deseo de poner en práctica, con
hechos, esa fe que se proclama.
5. Oración de los
fieles
La
Oración de los fieles también se llama Oración común, Preces o Plegaria Universal. Consta de una introducción y de unas
peticiones de carácter universal y también local.
Se
pide:
Por
las necesidades de la Iglesia Universal.
Por
las necesidades de la sociedad, por los gobernantes de las naciones, de las
personas, por la salvación del mundo.
Por
los que sufren cualquier necesidad.
Por
la comunidad local, etc.
Las
peticiones pueden ser leídas por una o varias personas y han de estar
preparadas y escritas. Pueden amoldarse a las diversas celebraciones: una boda,
un funeral, etc.
(Hasta
aquí, la segunda parte de la Misa que estamos comentando. Continuará en una nueva publicación D.M.).
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José Lagares