Sabemos que, la palabra “Cuaresma” surge de
raíces latinas, referentes a “quadragésima” que, literalmente significa
“cuadragésimo día”, y hace referencia a los cuarenta días que Jesús de Nazaret
pasó en el desierto entes de convertirse en el Cristo, el elegido de Dios.
Estamos
terminando la Cuaresma de este año 2020, que va a quedar marcada en nuestros
recuerdos como una Cuaresma diferente, en la que nos vamos a dar cuenta de lo
poco que somos sin el Señor, en un mundo lleno de orgullo y vanidad…
El
próximo Domingo es el Domingo de Ramos.
Cuaresma…
tiempo fuerte, tiempo de Gracia. Dios se acerca, enamorado; habla al corazón.
Con sus toques de AMOR despierta
las semillas de la bondad, escondidas en lo hondo de la tierra. Con su
ternura infinita ahuyenta la oscuridad de la noche tenebrosa, planta cara a la
idolatría y a la opresión de una pandemia que nos asola. Con su oído abierto
escucha los gemidos, en las orillas del mundo, de todas las familias que se
encuentran sumidas en el miedo. Con su Palabra de AMOR entabla por doquier el
diálogo de la Gracia.
Cuaresma,
tiempo de interioridad para renovar nuestro Bautismo, misterio de la presencia
que Dios nos regala.
Cuaresma…
tiempo de responsabilidad, de lucha contra la inseguridad que oscurece nuestra
próxima Semana Santa. Que nos invita a responder al misterio de entrega que se
hace presente en la Palabra y en la Eucaristía de Jesús.
Debemos responder todos con nuestras vidas levantadas, con las vidas abiertas, con las vidas asombradas por el AMOR.
Debemos responder todos con nuestras vidas levantadas, con las vidas abiertas, con las vidas asombradas por el AMOR.
Cuaresma…
tiempo de novedad, tiempo hacia la novedad de una Pascua este año, distinta y
hacia la que caminamos con pasos humildes, concretos, fraternos, unidos por un
único deseo: que Dios nos proteja de esta terrible epidemia.
Pero, Cuaresma
- en definitiva – tiempo de Dios y, por eso, tiempo de todo hombre y de toda
mujer, tiempo de una nueva humanidad más solidaria y más justa.
Una humanidad en camino con todos los pobres de la tierra, en camino con los amigos de Dios, en camino con María... En camino de Gracia hacia la vida y hacia el AMOR infinito de un DIOS que no nos abandonará nunca…
Una humanidad en camino con todos los pobres de la tierra, en camino con los amigos de Dios, en camino con María... En camino de Gracia hacia la vida y hacia el AMOR infinito de un DIOS que no nos abandonará nunca…
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José
Lagares